Kirk Fletcher en Bluescazorla'08. Foto de J. Martín Camacho.

14 nov 2011

(I'M YOUR) HOOCHIE COOCHIE MAN. Del baile y el sexo.

Cuatrocientos años después del descubrimiento de América la ciudad de Chicago se disponía a celebrarlo con una Exposición Universal. Ese 1893 los norteamericanos tuvieron otro descubrimiento si no igual de apasionante, sí más excitante, el hoochie coochie dance. No es un baile ni de cabeza ni de pies describía el mojigato New York Journal lo que la bailarina Spyropoulos, alias "Pequeño Egipto", vestida a lo zíngara, ejecutaba con sus movimientos de pelvis y cintura; y, sin duda alguna, provocó que los espectadores masculinos realizaran esos mismos balanceos en sus mentes. Aunque ya existía anteriormente esta danza, fue durante los cinco meses que duró la Exposición de Chicago cuando se hizo realmente popular y acabó en multitud de bailarinas exportándola por todos los Estados Unidos. El camino hacia el striptease estaba más que abierto, como también lo estaba el de la derivación del significado de Hoochie Coochie: de término sureño para las partes púdicas de la mujer a baile ejecutado con esa parte del cuerpo; de ahí a hombre que va a ver (y participar activamente) de este baile y de la bailarina y, finalmente, a hombre que tiene éxito -sexual- con las mujeres.
Little Egypt. Foto promocional.
Hoochie Coochie = Sexo + baile = Mujeres y Música = Blues + flirteos = Muddy Waters y su ecuación vital perfecta. Y bien que lo sabía su ¿tercero? de a bordo, Willie Dixon.
Tnato que así nació en 1952 en un aseo del club Zanzibar: un descanso de la actuación, Muddy Waters se baja del escenario, tantea a las mujeres a las que ha cantado -para todas, para cada una- durante casi una hora; está rodeado de ellas, pero logra entrar en el baño. Le sigue poco después Willie Dixon: "Tengo una canción, quiero que le eches un vistazo". Le dice la letra. Le gusta. Se reconoce. Además tiene estribillo. Dos hombres enormes y una guitarra apenas caben en el servicio. Pero se ensaya y surge una obra maestra. "Coge una base musical y simplemente repítela. ¡Acuérdate de la letra!". "¡Cómo no, si es de mí de quien habla!".
De vuelta al escenario, la chicas siguen tanteándole, Muddy también. Da la clave a la banda, "yo canto en los silencios" (¡qué silencios!), "repetidlo, aquí es donde cambia, escuchadme a mí". Empiezan, el público enloquece. La repiten dos o tres veces más. La banda les está hablando de sexo y diversión, de seducción, de yo sé quién soy: I'm your Hoochie Coochie man, el seductor, el del éxito con las mujeres. No es una canción, es un acto sexual: entra y sale, entra y sale, entra y sale de modo espasmódico hasta que grita.

The gypsy woman told my mother
before I was born
"You got a boy child's comin',
He's gonna be a son of a gun,
He gonna make pretty women's
jump and shout".
La gitana se lo dijo a mi madre
antes de que yo naciera:
"Vas a tener un niño,
va a ser un hijo de su madre,
va a hacer botar y gritar
a las mujeres hermosas.
Then the world wanna know 
what this all about,
but you know I'm him.
Everybody knows I'm him.
Well, you know I'm your hoochie coochie man.
Everybody knows I'm him.
Y entonces el mundo querrá saber
de qué va todo esto,
y tú sabrás que va de mí.
Todo el mundo sabe que se trata de mí.
Sí, tú sabes que soy tu hombre hoochie coochie.
Todo el mundo sabe que lo soy.
I got a black cat bone,
I got a mojo too, 
I got the Johnny Concheroo,
I'm gonne mess with you,
I'm gonna make you girls
lead me by my hand.
Tengo un hueso de gato negro,
tengo una bolsita mojo también,
tengo una raíz de Juan el Conquistador,
voy a liarme con vosotras,
voy a hacer que vosotras, nenas,
comais de mano.
Then the world will know 
I'm the hoochie coochie man,
but you know I'm him,
Oh, you know, I'm the hoochie coochie man.
Everybody knows I'm him.
Entonces el mundo sabrá
que soy el hombre hoochie coochie.
Tú sabes que lo soy,
sí, tú lo sabes, soy el hombre hoochie coochie.
Todo el mundo sabe que lo soy.
On the seventh hour,
On the seven day,
On the seven month
the seven doctors say: "He was born for good luck
and that you'll see".
I've got seven hundred dollars,
don't you mess with me,
but you know I'm him,
everybody knows I'm him
Well, you know, I'm the hoochie coochie man.
Everybody knows I'm him.
A la hora séptima,
del séptimo día,
del séptimo mes,
los siete doctores dijeron: "Ha nacido con suerte, 
ya lo verás".
Tengo setecientos dólares,
¿no quieres liarte conmigo?
Sabes que lo soy,
todo el mundo sabe que lo soy,
sí, lo sabes, soy el hombre hoochie coochie.
Todo el mundo sabe que lo soy.


Estamos ante el poder con las mujeres dado por el destino y, sobre todo, por la magia vudú: de ahí las referencias a los huesos de animales y a amuletos como las raíces de Juan el Conquistador y, en especial, a las mojo hands: bolsitas con hierbas, monedas y otros objetos que se llevaban bajo los pantalones y daba protección o poder sobrenatural al que las guardaba. De ahí a simbolizar el vigor sexual -como en otro clásico, I got my mojo working- hay menos de un paso.
Ese mismo año el tema fue grabado para Chess con la formación usual primigenia de la Muddy Waters Band, es decir, Little Walter a la armónica, Otis Spann al piano, Jimmy Rogers a la guitarra, Fred Below a la batería y Dixon al bajo. Consecuencias: Cuatro mil copias vendidas en un único día, nº 3 en Billboard y single mejor vendido de Waters. Veamos este mojo en directo, en el Festival de Jazz de Newport (3/ VII/ 1960):


Y, aún funcionando poco antes de su muerte, junto a los Rolling Stones en el 81; Jagger, otro hoochie coochie, también guarda mojo en sus pantalones:


Las versiones han sido numerosas, pero nos vamos a quedar con otro que también sabía de vudú, Jimi Hendrix, en sus grabaciones para la BBC (1967, no salido al mercado hasta 1998 por MCA):



Y, sobre todo, con el bluesman que mejor encarna la esencia de ese hoochie coochie man en el escenario hoy día: Buddy Guy, el joven de 74 años (ya 75), que, precisamente también comenzó su carrera discográfica "en el mundo del vudú" (recordemos, Hoodoo Man Blues, Delmark 1965, fue su primer disco en solitario). Esta versión de 2010 en el Rarearth Jazz and Blues Festival de Vernon es de lo que mejor se acerca al espíritu del directo de esta canción. Si no tienen tiempo de disfrutar sus diez minutos, no la escuchen ahora. Esperen a tenerlos, no se arrepentirán.


He tenido amigos verdaderos hoochie coochie. No sé que bendición tenían ni cómo se las apañaban, pero hacían valer su mojo -de modo consciente, de modo natural- a cada paso que daban. Yo, si alguna vez lo tuve, me di cuenta tarde, cuando había ya desaparecido -señal, por tanto, de que nunca lo he tenido-.
Nota bene: los últimos compases que sonaron en el funeral de Muddy Waters fueron los de Hoochie Coochie Man; las últimas palabras: "el mundo entero sabe quién soy". 
Willie Dixon, Muddy Waters y Buddy Guy

2 nov 2011

EL SIGNIFICADO DE BLUES. Del dolor y el dolor.

No hay ninguna canción en esta entrada, porque lo siguiente es el blues, porque es un sentimiento muy jodido y porque lo he sentido en más de una ocasión; en definitiva, porque quizá por eso me gusta tanto. Aquí las palabras de Robert Curtis Smith:

"Bien, tu novia, sí, y entonces piensas en cómo van las cosas, demasiado difícil. Quiero decir que nada va bien cuando lo único que haces durante todo el día es trabajar y todo está roto. Y cuando te bajas del tractor, no hay ningún lugar al que ir ni nada que hacer. Simplemente te sientas y te pones a pensar y a pensar en todo lo que ha pasado para que las cosas vayan como van. Eso es realmente difícil de llevar. Y, además, ¿por qué cada vez que te sientes triste notas cómo esa extraña sensación te llega de ninguna parte?... Es entonces cuando el blues te salta encima... El modo en que me siento es algo tan duro como pueda ser nada... porque el blues te duele demasiado profundo. Y te entra calor y sientes cómo trabajas y realmente no estás haciendo nada. La mitad del tiempo la pasas hambriento, y cuando el blues se te echa encima  empiezas a pensar a dónde podrás ir o qué podrás hacer para cambiarlo. Y no hay cambio que valga. Entonces es cuando el blues se apodera de ti. Cuando no hay otra cosa que hacer excepto lo que haces... y te pones a cantar blues... Es un sentimiento que es difícil de tratar: es difícil saber qué camino seguir, qué hacer... el blues.
Igor Prado afinando su guitarra en el Rock&River de 2009.
Foto de Jesús Martín Camacho.